Cinta de Correr

Además de las bicicletas, las máquinas para correr son de lo más común en los hogares.
Quizá por la ventaja de poder caminar o trotar largos kilómetros sin la necesidad de abandonar el hogar, aún mejor en los días lluviosos.

Algunas máquinas permiten el trote, otras correr a una velocidad más alta. Algunas poseen rotores incluídos que deslizan la cinta automáticamente regulando la velocidad, mientras que otras son propulsadas por el mismo empuje de las piernas.

Hoy en día priman las automáticas y con ellas se consigue controlar el nivel de velocidad deseado. También cuentan los kilómetros que se hacen, las pulsaciones y el tiempo. Es posible además colocarles un gradiente (una inclinación) que permite un ejercicio de resitencia más específico.

Las máquinas para correr también permiten caminar, lógicamente. Es ideal para no depender solo de la bicicleta estática y para realizar un movimiento más ágil. Entrena las piernas, la respiración, favorece a la circulación y al control metabólico.

Precios: hay cintas por US$ 700, aunque las algunas más profesionales y especialmente diseñadas superan la barrera de los US$ 2.500. De todos modos para un principiante una máquina de US$ 700 es una buena opción.