Consejos para una dieta saludable

El secreto para una alimentación sana es hacer una dieta variada, con la ingestión de diferentes alimentos y nutrientes, sin que para ello sea también necesario la ingestión de demasiadas calorías. Otro error común que normalmente la gente hace es ingerir demasiada cantidad de determinado nutriente, descuidándose en la ingestión de otros que son también fundamentales para mantener una buena salud y forma física. Aquí hay algunos consejos para una alimentación saludable: Alimentarse con una gran variedad de alimentos ricos en diversos nutrientes: Para mantenerse sano es necesario que la alimentación sea equilibrada, pues el cuerpo humano necesita varios nutrientes diferentes. Por lo tanto, hay que apostar por la variedad de alimentos y no sólo ingerir sólo algunos que más gusten. La dieta debe incluir pan y otros productos con cereales integrales, frutas, verduras, productos lácteos, así como carnes, aves, peces y alimentos ricos en proteínas. Comer en abundancia alimentos integrales, frutas y verduras: aunque a muchos no les guste, los vegetales, son esenciales. Busque recetas culinarias más sabrosas con estos ingredientes, pero nunca los elimine de su alimentación. Sin embargo, evite recetas con demasiadas grasas, ya que no se beneficiaría de todas las propiedades benéficas de este tipo de alimentos. Mantener un peso saludable: el exceso de grasa corporal puede llevar a la presión arterial alta, enfermedades del corazón, diabetes, accidentes vasculares, algunos tipos de cáncer y otras enfermedades. Por otro lado, la delgadez excesiva puede aumentar el riesgo de osteoporosis, irregularidades menstruales y otros problemas de salud. Pequeñas comidas a lo largo del día: evite sólo comer 3 grandes comidas al día. Lo ideal es que entre 5 a 6 comidas de tamaño más pequeño a lo largo del día, para sentirme más saciado. Evite saltar comidas, ya que puede terminar por ingerir demasiada comida cuando tiene hambre, luego ingiere también más calorías innecesarias. Alternativamente, prepare pequeños aperitivos sanos y poco calóricos para saciar el hambre entre las principales comidas. No eliminar los alimentos de la dieta, pero sí reducir su ingesta: Si sus alimentos preferidos son ricos en grasa, sal o azúcar, el secreto está en moderar el consumo de los mismos. Si le gusta la pizza no debe excluirse totalmente de su dieta, sólo reducir el número de veces que efectivamente la come. Por ejemplo, puede reservar un día específico del mes para deleitarse con su alimento favorito, pero siempre sin caer en exageraciones. Los cambios deben ser graduales en la alimentación, no cambios drásticos: Este es el error más común que la mayoría de la gente hace cuando piensa en hacer dieta o tener una alimentación sana: cambiar por completo sus hábitos alimenticios. Demasiados cambios y muy rápidamente puede tener el efecto contrario y dificultar el camino para alcanzar su objetivo. Comience por cambiar algunos hábitos equivocados y vaya progresando hacia cambios más significativos que lleven a una alimentación sana, pero poco a poco.